miércoles, 12 de septiembre de 2007

Duda


Si hablo donde existo

Incluyo un grito de madera

Un suspiro inquieto en el aceite

Caliente, destinado a morir.

Entierro mi mano en el pecho del aire

Y le saco el corazón tenso de volar

Obstruyo una vida, la invito a caminar…


Dejar de respirar...


Es cuando a pasos voy

Riendo, a llantos, me burlo;

Sueñan entonces, la vida

Los hago tropezar.


Escucho a todos corriendo de verdad

Espinando sus dedos duros

Que los hace retornar

Al camino en su existencia; los detuvo.

lunes, 10 de septiembre de 2007

Grito a los 4º Vientos: Yo creo en tu resurrección

sol do re sol mi- do

Yo creo en tu resurrección porque puedo amar, puedo reír, puedo abrazar mi mayor

re sol do re sol mi-

enemigo y mirarlo en Ti. Yo creo en tu Resurrección porque tengo paz en el corazón,

do re sol/sol7 do re

porque puedo entregarme a pesar de todo éste dolor, yo creo en tu resurrección porque

soy mi- do re sol do

soy feliz junto a Ti, porque me amas tanto que hasta moriste por mí, Yo creo en tu

re sol/mi- do re sol

resurrección porque puedo amar, porque tengo tanto, tanto, tanto para entregar.

la- re sol mi- do re sol/sol 7

Yo creo que Tu Señor vivirás en mí, yo creo que tu, Señor vencerás en mi, yo

do re sol/mi- do re sol do

creo que Tú, Señor, morarás en mi, para siempre, para siempre, Señor. Yo creo en tu

re sol mi- do re

resurrección porque ni el dolor, ni Propio error, ninguna angustia podrá separarme de tu

sol do re sol mi- do

amor. Yo creo en tu resurrección porque todo lo puedo con tu amor, porque sé que cuidas

re sol/sol 7 do re sol/mi-

de mi vida mejor que yo. Yo Creo en tu resurrección porque puedo amar, porque puedo

do re sol do re

entregarme a pesar de todo éste dolor. Yo creo en tu resurrección porque puedo

sol/mi- do re sol

Amar, porque tengo tanto, tanto, tanto para entregar. (hermana Glenda)


Alonso Badilla dice: Siguiendo con mi exclamación a los cuatro vientos. En el dolor es cuando más se ama, en el evangelio del domingo pasado (ayer, Lc 14,25-33) Jesús nos invita a cargar con nuestra propia cruz y seguirlo. El amor verdadero implica renunciar a todo lo que nos hace amar menos; individualismos, mentiras, rendición, injusticia, desigualdad, indignidad, rencores, etc.... tantas cosas. Cristo se encarga de vencer esas cosas, para triunfar en el amor verdadero, en ese que comprende las debilidades del otro, que no soporta ver a los demás con menos de lo que necesitan, ese que llora al ver como la gente se odia y guarda rencor, y como la mentira es pan de cada día en su corazón...

Podemos cambiar este mundo, podemos crear una sociedad hermosa, fundada en el amor, el amor perfecto, el de Jesús (Camino, Verdad y Vida).