viernes, 24 de agosto de 2007

Sin sal


En la confección de un ser, se guarda,

Vaporizado en el deseo de vivir

El sabor de una manzana verde con sal

Queriendo salir.


Por la noche abrigada de incalma acechante.

Para crearte.


Una madre jugando a saltar las líneas de la calle

Un hijo en risa y nerviosismo ante un abismo imaginario

Y las risas haciendo cosquillas

Un destello al horizonte sin más de nada,

Solamente solo


Mirando el anhelo de un sueño roto y feliz

Y las risas deseando hacerse cosquillas

Viento frío que se llevó el papel volando

Vuela por los aires, vuela por lo aires

Busca el mar, donde alumbre la luna.

Sed de sal

Sal de aquí

Ensueño abierto en ojos oscuros cafés resonando

Sed de sal

Sal de aquí

Un disco pare me interpela la razón de buscarte

Sed de sal

Sal de aquí

Es difícil saber mirarnos a los ojos por la ventana.


Sumerge entonces la caricia olvidada

Con antojo de manzana verde con sal.


La obtengo sin sal y sucia

Y sucia la como

Pidiendo sal instantánea

Donde se engorda la saciedad de comida rápida.

Ternura

En recuerdos angosto de paz

Junto al frío Junto al Sol

En el alma oscura de noche

Veo el reflejo de tus ojos

Ternura.


Me abrazas por la espalda

Sin tu nombre decir.


Quisiera raspar mis labios con los tuyos

Mientras el reflejo del cielo

Es oscuro en mi café

Patio sin techo, cantan las aves


El asfalto incrustado en mis zapatos

Se esconde en mi pupila

Anunciando la venida del invierno.

Montaña blanca, lúgubre y siniestra

Visita, entonces, el juego de mis sueños

En las aves acurrucadas

Que no saben el vuelo a girar al norte

Sin norte


Su vuelo va nota a nota, sin embargo se destruye

En un intento irónico de belleza pura y sobria y santa.

En espera divina, más sin querer estar.


Hay un rencor colorido coloreándose más

En indiferentes pasos de una franqueza olvidada

Sin embargo Ternura


Cuando el cansancio es motivo para verte, no las ganas

Deseo ser una madre pariendo en plena selva

Tiñendo lo verde en contraste con su dolor placentero

Y se ven las nubes rojas de sangre.


Así verte, así, con dolor feliz

Para desvelarme con una pizca de piel de tu alma

Y dormir.